Te extraño

Extraño tu mirada tierna e ingenua, como de niña traviesa.

Extraño la suavidad y el olor de tu cabello, ver los destellos de su brillo cuando el viento lo alborota.

Extraño tu boca, tus labios buscando los míos y el dulce sabor a chocolate de tus besos.

Extraño verte sonreír, tus dientes blancos al hacerlo, el sonido de tu risa.

Extraño tu voz pronunciando mi nombre, pero sobre todo que constantemente me decías “te amo”:

Extraño tu piel tersa de algodón, la descarga electrizante de tus manos y la tibieza de tus brazos.

Extraño tu aroma, la mezcla del perfume que usas con el olor propio de tu cuerpo.

Extraño tomar tus manos, entrelazar mis dedos con los tuyos, que recargues tu cabeza en mi pecho y la manera en que te acomodabas en mis brazos.

Extraño compartir la soledad contigo, viajar secretamente a ese lugar que ambas construímos a manera de refugio.

Extraño el sutil pero ardiente juego de la seducción, el desearte y sentirme deseada al mismo tiempo.

Extraño tu otra mirada, la de felina agazapada en la hierba esperando el momento de atacar.

Extraño tu cuello y tu espalda, extraño tus senos y tus piernas, extraño todo tu cuerpo... el aroma embriagante de tu sexo.



Extraño tu imagen acostada en la cama, extraño mirarte dormir serena y apacible como si fueras un ángel.

Te extraño como quien extraña al sol en un día lluvioso, o a las estrellas de una noche despejada.

Te extraño como la rosa extraña a la tierra, como el quetzal extraña al cielo, como el delfín extraña al mar.

Te extraño con tus virtudes y tus defectos, con tus aciertos y tus errores, con tus logros y tus fracasos.

Te extraño al amanecer y al ocultarse el sol, en las noches de insomnio en que me invade tu recuerdo, te extraño entre mis sábanas. Te extraño en mis sueños.

Te extraño a cada momento, a cada instante, te extraño al caminar por la calle o al escuchar una canción...

Te extraño en mi soledad, extraño sentirte cerca y saber que estabas ahí para cuando lo necesitara.

Te extraño cuando pienso en el futuro, extraño hacer planes contigo y construir sueños en el mañana.

Extraño cuando eras mía y yo tuya.

Te extraño como sólo yo puedo extrañarte.

(Dolores Garibay)