Ese tipo de conversaciones, aunque interesantes, la dejaban con una sensación incómoda.
Ella, esa mujer siempre tan virtuosa, tan trabajadora, tan sufrida... y cuando La Chilanga Malviajada la escuchaba, no podía evitar pensar que jamás sería como Ella.
¿Por qué eran tan diferentes? A pesar de compartir lazos de sangre y códigos genéticos en común, parecían no sólo personas diferentes, sino de especies diferentes.
Recordaba las palabras de la última conversación que entablaron mientras se refugiaban de la lluvia.
"Te comento esto para que tomes conciencia y te des cuenta de que para que tu tuvieras el nivel en el que estás ahora, hay todo un calvario detrás. A nosotros nos tocó recorrer un camino muy tortuoso, a ti ya te tocó lo bonito, ya te tocó la calle pavimentada.
18 de julio de 2011
La calle pavimentada
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