Juno

Juno: crecer correr y tropezar

Juno es una adolescente de 16 años que descubre que está embarazada. Al no sentirse capaz de criar a un hijo, decide darlo en adopción.

Esta es la premisa principal de la película. Podrá parecer aburrido y carente de interés, pero no es así.

Juno es una niña precoz, sus acciones y metidas de pata siempre van delante de sus pensamietos, padece de diarrea oral, es decir, no para de hablar y a veces eso llega a meterla en problemas. Tiene relaciones con un muchacho de su escuela, un niño todavía al que mamá tiene que lavarle la ropa con suavizante hipoalergénico y que intenta darle un aspecto más atlético a su fisonomía de espagueti corriendo grandes distancias diariamente.

Al saberse embarazada, Juno decide tomar la iniciativa de su problema, dejando a un lado a su novio quien desde ese momento tomará una actitud totalmente pasiva (no rechaza a Juno pero tampoco la apoya) dentro de la historia.

La primera solución que le viene a la mente a la protagonista es la del aborto. Cuando se dirige a la clínica, en la entrada se encuentra con una de sus compañeras de escuela con una pancarta que dice “Todos los bebés quieren nacer”. Entonces Juno se arrepiente y decide tener a su hijo pero con la opción de darlo en adopción. Ella junto con su inmadura amiga, se dan a la tarea de buscar en la sección de clasificados del periódico (junto a los anuncios de búsqueda de mascotas y guías espirituales) un matrimonio que deseé adoptar al niño.

Ya que tiene el principal problema casi solucionado, llega el momento de hablar con su padre y su madrastra. Uno se imaginaría una escena dramática en extremo, un paso difícil para esta niña que aunque se cree adulta, todavía es una mocosa (un símbolo muy fuerte de esto radica en su teléfono hamburguesa) y sin embargo en la película este momento transcurre de una manera tan graciosa, que la tragedia prácticamente queda excluida. La actitud de Juno en este punto de la película es todavía de mucha inmadurez, informa a su familia que tendrá un hijo, que lo dará en adopción a una pareja que encontró en el periódico y que en unos meses todo acabará y será como si nunca hubiera ocurrido nada.

Será la propia Juno quien descubra durante esos nueve meses, que las cosas no son tan sencillas como creyó en un principio. Tendrá que enfrentar primero que en su escuela todos la vean como bicho raro, que la pareja a quien dará a su bebé se divorciará justo antes del parto, se dará cuenta de que su familia es el único apoyo incondicional que tiene, comprenderá mejor a su madrastra (con quien no llevaba una buena relación antes del embarazo) y descubrirá que el amor es muy diferente al deseo sexual.

Lo agradable de la película es que no trata el tema del embarazo no deseado y la opción de no abortar desde una perspectiva moralista, los personajes no son tan complejos y la mayoría muestran una actitud bastante relajada.

Juno es una buena opción para ver en el cine si se quiere pasar un rato agradable.