VIDA FELINA

Tenemos dos gatitas en casa, Lola


y Linda


Son un encanto. Son un amor. Son nuestra familia.

Tienen una vida envidiable porque no deben preocuparse por nada: no trabajan, tiene techo seguro, no van a la escuela, no deben preocuparse por pagar las cuentas, no tienen que lidiar con gente conflictiva, no se estresan, no tienen responsabilidades, tienen comida disponible en su plato para cuando les de hambre, todo el día están durmiendo







y descansan donde se les da la gana, ya sea en los sillones o en nuestra cama –además las cínicas se meten entre las cobijas- y, analizándolo bien, ellas son las dueñas de esta casa y nos permiten compartir su espacio y utilizar sus muebles. Los gatos son así, uno no elige a su mascota, es el gato el que elige a su dueño.

Aunque claro, también tienen su lado malo. Son peores que niños chiquitos porque corren por todos lados, brincan de un lado a otro, se suben a una mesa y tiran jarras y vasos, lámparas, lápices o lo que haya encima, y si es un documento importante que imprimiste para el trabajo o la escuela y a la mañana siguiente encuentras las hojas regadas en el piso y destrozadas, tienes ganas de ahorcar al méndigo gato como Homero a Bart



pero con una miradita como estás, se te pasa el coraje casi de inmediato y les perdonas todo…





Los gatos, y las mascotas en general, tienen una función terapéutica y relajante al ayudar a liberar emociones de manera más sencilla y sin prejuicios, con ellos no hay que ser hipócritas por ejemplo. Está comprobado que los ancianos que viven con algún perro o un gato tienen menos riesgo de sufrir enfermedades del corazón y de padecer problemas en la espalda y de aumentar su esperanza de vida por unos años más.

¡Además los gatos son divertidos! ;)









Vean esto XD