23 de noviembre de 2008

Tu voz...

Hoy escuché tu voz… aunque fuera por breves segundos… aunque no fuera a mí a quien buscabas… aunque fuera por el auricular del teléfono de por medio...


Escuché tu saludo gentil, con la pregunta protocolaria ¿cómo estás?


Sé que no significaba nada más que un cordial intento de iniciar una conversación, sin embargo la emoción me invadió… no me gusta cuando un sentimiento me traiciona… pero qué puedo hacer…


Tu voz… es lo único que resuena en mi mente…

6 comentarios:

josef dijo...

Y qué bien resuenan a veces esas voces... Tanto que es imposible quitárselas de la cabeza... Con mis mejores deseos, un saludo chilango: josef...

Cris dijo...

No tengo palabras. Me llegó tu escrito, parece tan real, como si fuera un pensamiento, como si lo hubiera vivido al leerlo....

Miguel Ángel Osorio Hernández dijo...

y mi voz que madura
y mi voz quemadura
y mi bosque madura
y mi voz quema dura

¿genial no? Nocturno en que nada se oye de Villaurrutia.

Saludines

Anónimo dijo...

mmmh ¿escuchas voces???? ¿que te ha dicho tu psicólogo al respecto??? :D

un abrazo preciosa

Pd: me quedé pegada en tu post anterior.....creo que los psicólogos ocupan un lugar muy bajo en mi escala de valoración.

Gnóstica dijo...

Y lo peor es cuando las voces no nos pertenecen, pero igual siguen retumbando, un beso grande...

Anónimo dijo...

Nosotras somos auditivas por naturaleza, eso es innegable.

Besitos amistosos totales!