11 de diciembre de 2008

Gracias por fumar




Nunca he sido fumadora constante, es más, en este momento me encuentro en la etapa en que el cigarro me da asco. Sin embargo mi entorno siempre ha estado rodeado de fumadores, lo que me ha convertido en una fumadora pasiva con un riesgo mayor de "contraer" cáncer pulmonar, ya que, según se ha demostrado recientemente, a los pasivos nos hace más daño inhalar el humo del vecino, que fumar por cuenta propia. Yo pienso que son patrañas... pero en fin, la ciencia es la que habla.

Analizando mi historial de fumadora activa, me he dado cuenta de que soy fumadora social. Antes, cuando todavía se permitía fumar en los Sangrons y establecimientos similares, las conversaciones entre nuestro grupo de amigos siempre contaban con tres ingredientes fundamentales: litros y litros de cafeína, grandes cantidades de nicotina (creo que sobre nuestra mesa había más IMECAS que en el la calle), y algún tema sexoso (habláramos de lo que habláramos, siempre las conversaciones derivaban en sexo).

Ahora el ser fumador es condenarse ante la sociedad, es un terrible vicio que debe erradicarse a toda costa, incluso las leyes han convertido el fumar en espacios públicos en algo ilegal... Gracias por fumar (Thank you for smoking) cuenta la historia de un hombre que se dedica a defender los derechos de los fumadores y de las grandes corporaciones tabacaleras que pagan su nómina.

Nick Naylor, como se llama este personaje, es un tipo persuasivo y con mucha labia. Sus tácticas para defender los intereses de la industria del cigarro consisten, no en darle la razón a los tabacaleros, sino en demostrar que su oponente está equivocado o lanzando un contraataque que ellos no esperan. Por ejemplo, cuando están en el congreso debatiendo sobre poner etiquetas de veneno en las cajetillas de cigarro, el inteligente señor Naylor le voltea la tortilla al senador de Vermont acusándolo de apoyar a un estado que produce quesos que incrementan el colesterol de las personas ocasionando que sufran de males cardiacos y que la imagen de la calavera deberían de ponerla en los quesos y no en las cajetillas de cigarros.

La película es divertida aunque no profundiza mucho. Todo se queda en una embarradita sobre el falseo de información -que en la película eufemísticamente le llaman "reinterpretación de datos"- los sobornos, las mentiras y todo ese juego sucio que las grandes corporaciones utilizan para seguir vendiendo su producto a los consumidores.

Y a pesar de todo, Nicke Naylor me pareció un tipo fenomenal. El no tiene reparos en reconocer que es de "moral flexible", no le importa ser el hombre más odiado del país ni convencer a jóvenes de 15 años que fumen cigarrillos. Después de todo, sólo lo hace "para pagar la hipoteca", o por dinero como él mismo lo reconoce. Para muchos podrá parecer un tipo detestable, pero es de los más honestos que he visto, no tiene por qué ocultar lo qué hace bajo máscaras hipócritas ni se anda con moralismos absurdos.

Si queren pasar un buen rato, véanla. Si buscan algo más profundo, se van a decepcionar. Uno de los puntos más acertado de esta producción es el reparto con el que cuenta: Aaron Eckhart, Robert Duval, William H. Macy, Rob Lowe, Maria Bello, Sam Elliott, Adam Brody y la bellísima Katie Holmes.





5 de diciembre de 2008

Regulación del uso de bolsas plásticas


Una de las pocas buenas noticias que me ha dado gusto escuchar estos días es saber que el Congreso de México, desde el mes pasado, ha propuesto regular el uso de las bolsas de plástico debido al grave problema de contaminación que ha provocado el uso desmedido de este material. Todo marcha bien y parece que pronto entrará en vigor una nueva ley que, no prohibirá el uso de las bolsas, pero sí obligará a todos los comerciantes a que el plástico que ofrezcan en sus productos sea biodegradable. Esto quiere decir que las nuevas bolsas podrán degradarse en un periodo de 2 a 3 años en vez de los 2 ó 3 siglos que tardaría el plástico convencional.

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Distrito Federal— En los últimos ocho años el consumo de bolsas de plástico en México, se incrementó 100% informó el senador del PAN, por Querétaro, Guillermo Tamborrel.

Tras advertir del peligro ambiental que representa el fenómeno, señaló que hoy por hoy, los mexicanos consumen más de 20 millones de bolsas de plástico al día, mientras que más de 90% de la basura que se encuentran en los vertederos son, precisamente, bolsas de plástico.

Por estos motivos, el senador presentó recientemente una iniciativa de ley que adopta medidas en la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos Sólidos para la sustitución paulatina de las bolsas de plástico.

Tamborrel ejemplificó que en el mundo se consumen entre 500 mil millones y un billón de bolsas por año. “Desgraciadamente, menos del 1% de estas bolsas se recicla, y el 99% restante va a parar a basureros, tiraderos a cielo abierto, ríos y el océano”, dijo.

Finalmente a verdad está comenzando a aparecer, señores plasticomafiosos.

Además, el tiempo que tarda en degradarse una bolsa de plástico es de 150 años en promedio, y cuando son incineradas generan decenas de tóxicos en el humo que emana de su combustión alterando la salud humana.

Explicó que el desecho de bolsas afecta a 200 especies marinas, que mueren cada año por intoxicación, asfixia e inanición, mientras que los costos para reciclar aun son altos.

Según un reporte de las Naciones Unidas, cada kilómetro cuadrado en el océano contiene casi 46 mil piezas de plástico flotante poniendo en riesgo la vida de millones de aves marinas y miles de mamíferos marinos y peces.

Uno de los principales problemas, explicó el senador, es que reciclar una tonelada de bolsas de plástico tiene un costo de cuatro mil dólares; por otra parte, un estudio reveló que en China, se ahorra 37 millones de barriles al año al prohibir la repartición de bolsas gratis en los comercios, reduciendo su consumo en dos terceras partes.

Tamborrel detalló que varias naciones ya han tomado medidas sobre la producción descontrolada de bolsas de plástico. Irlanda fue pionero, al introducir en 2002 el Plastas, que cobra $0.15 de euro al consumidor por cada bolsa distribuida.

Otros países que ya han adoptado medidas similares, son Alemania, España, Sudáfrica, Rwanda y Bangladesh, mientras que Israel, Canadá, India, Singapur y Reino Unido, también han prohibido o están cercanos a prohibir el uso de las bolsas de plástico.

Otra alternativa que han adoptado otros países alrededor del mundo como Colombia y Buenos Aires, se basa en la sustitución de las bolsas de plástico por bolsas de materiales biodegradables a partir del almidón de maíz o plásticos de oxo-biodegradación.

Tamborrel opinó que transitar a este tipo de tecnologías, permitirá reducir en gran medida el volumen de plásticos derivados del petróleo y con ello el daño ambiental que ocasionan

fuente: http://funverde.wordpress.com/2008/11/07/mexico-distrito-federal-plantean-ley-para-reducir-uso-de-bolsas-de-plastico/